Especialistas aseguraron que la condena constituye un "antecedente de peso" sobre la valoración que la Justicia dará a otros hechos similares sujetos a investigación en la provincia.
La condena principal, a siete años de cárcel, recayó sobre Víctor Antonio Morales, propietario de "Black And White", un conocido local nocturno de la capital fueguina que servía de base para la captación de mujeres en condiciones de vulnerabilidad social y su posterior explotación sexual, según dieron por demostrado los investigadores.
Además, recibieron cinco años de prisión Cristina Patricia Ramírez, alias Camila, ex pareja de Morales; Daniela Alejandra Morales Ledezma, Mirta Jorgelina Puglia y María Cristina Ledezma, mientras que también se le aplicó una pena de 3 años de prisión en suspenso a Mauro Luciano Morales Ledezma, uno de los hijos del jefe de la banda.
Todos los imputados fueron hallados "coautores penalmente responsables" del delito de "trata de personas agravado", por la participación de más de tres personas y por la existencia de más de tres víctimas, salvo Mauro Morales, al que consideraron "partícipe secundario" del mismo ilícito.
El veredicto del juicio fue leído en una sala de audiencias colmada por manifestantes de organizaciones sindicales y sociales que militan por los derechos femeninos, la erradicación de la trata de personas y la prostitución.
Los activistas celebraron el pronunciamiento judicial al que le adjudicaron una "enorme importancia" por "tratarse del primer caso en Tierra del Fuego".
El fiscal general del distrito, Adrián García Lois,, aseguró que el monto de las condenas coincidió con el solicitado por el Ministerio Público durante la etapa de alegatos.
"Para nosotros es un paso fundamental que marca el derrotero de futuros juicios similares. Es un hito para la Justicia en la provincia y una certeza sobre cómo se interpretan las leyes por los jueces del distrito. Por eso estamos muy conformes", señaló el funcionario judicial.
García Lois señaló a Télam que si bien los fundamentos de la sentencia se conocerán el próximo 29 de septiembre, las condenas demuestran que el tribunal hizo la misma lectura que la fiscalía acerca de cómo los acusados se aprovechaban de la situación de "extrema vulnerabilidad de las mujeres" para captarlas y trasladarlas a Ushuaia.
Por su parte, el abogado defensor de los imputados, Raúl Paderne, dijo que se trató de "un fallo equivocado e injusto" porque su cliente "sólo llevó a cabo una actividad legal en el momento de los hechos".
Morales también se había proclamado inocente en oportunidad de dar sus últimas palabras antes de que los jueces Luis Giménez, Ana María D´alessio y Alejandro Ruggero se retiraran a deliberar.
El sindicado como jefe de la banda de tratantes se dedicó a consolar al resto de los condenados durante la lectura del veredicto e incluso abrazó y besó en la cabeza a su hijo cuando se conoció que le correspondía una pena de aplicación en suspenso.
El propietario del local nocturno "Black And White" es el único que quedó detenido una vez finalizada la audiencia, ya que el tribunal no le revocó la prisión preventiva dictada durante el desarrollo del juicio, luego de que una de las víctimas declarara que el hombre concurrió a su domicilio para presionarla y que testificara en su favor.
Los otros cuatro imputados con condenas a prisión efectiva quedaron libres y sometidos a reglas de conducta, hasta tanto la sentencia quede firme.
La investigación sobre el llamado "clan Morales" había comenzado en 2010 y tuvo su desenlace el 17 de abril de 2012, cuando un operativo ordenado por el juez Federal de Ushuaia, Federico Calvete, y realizado por efectivos de la Gendarmería Nacional, derivó en la liberación de 18 mujeres, la mayoría de nacionalidad dominicana, y en el secuestro de numerosas pruebas incriminatorias.
Fuente: Télam