Los chicos lloraron desconsoladamente y abrazados en la orilla este del lago, a metros de donde termina el murallón de piedra que contiene el embalse de Río Hondo, mientras los testigos se comunicaban con la Policía para informar el trágico hecho.
Efectivos de la Subcomisaría de Villa Balnearia, a cargo del oficial Leonardo Medina, solicitaron colaboración al personal de la División Lacustre para buscar a la víctima.
Los uniformados se internaron en la zona conocida como Piletones, desde se extrajo tierra para construir el murallón. Ese gran pozo –de unos 200 metros de ancho por 500 de largo- se transforma en una especie de laguna cuando se retira el lago.
Sin embargo, la Lacustre no pudo rescatar al chico. Recién alrededor de las 19.45, efectivos del Grupo Especial de Rescate (GER) pudieron extraer el cuerpo sin vida del infortunado adolescente de una zona en la que la profundidad llega a los cuatro metros, indicaron fuentes policiales.
De acuerdo a las primeras averiguaciones de la Policía, las tres chicas y los cuatro chicos –de entre 16 y 20 años- habían llegado a la zona para festejar el cumpleaños de una de las adolescentes.
La víctima, aparentemente, ingresó a las aguas e invitaba a sus compañeros a seguirlo, mientras arrojaba agua a sus amigos y realizaba piruetas en el lago. Uno de los chicos lo acompañó, aunque no se internó mucho en los Piletones. Cristian sí lo hizo. Llegó hasta casi el medio de la laguna, hasta que desapareció de la superficie.
Fuente/ elliberal.com.ar