De la autopsia, que se llevó a cabo este mediodía en la morgue del Instituto de Investigación Criminal de Junín, también se desprende que el adolescente había sido agredido antes de caer al agua.
En el cadáver se observaron síntomas de golpes, pero no que el chico haya intentado nadar o luchar para no ahogarse; por eso queda claro que cayó desvanecido al arroyo.
Ahora se espera el informe toxicológico, para saber si Jonathan había consumido alcohol o estaba bajo efectos de estupefacientes que lo afectaron.
Un dato que puede entorpecer la investigación es que en los incidentes del miércoles, cuando familiares y allegados pidieron el esclarecimiento del hecho, se destruyeron pruebas de manera accidental. infobae.com