La conclusión quedó expueta en un estudio realizado por científicos de la Columbia University, de los Estados Unidos.
El autor del trabajo, el geofísico Michael Studinger, utilizó equipos sismógrafos para capturar el primer terremoto registrado en la Antártida Oriental.
Studinger aseguró que "los procesos tectónicos ocurrieron hace millones de años y produjeron una cavidad que con el paso del tiempo albergó un lago de agua líquida en cuyo interior podría existir vida distinta de la que podemos encontrar en la superficie".. (Télam).-