El lienzo, que nunca fue expuesto por considerarse de poca importancia, muestra a San Francisco rodeado de ángeles que tocan instrumentos musicales y, hasta ahora, su autoría se había atribuido a un artista menor de la ciudad italiana de Siena.
La autenticidad de la pintura, comprada por la National Gallery en 1858 a un marchante italiano, se ha verificado merced al trabajo de restauración de los expertos del museo, quienes encontraron similitudes con otras obras maestras de Botticelli (1445-1510).