La muestra traza un recorrido por episodios emblemáticos, curiosos, entrañables y hasta divertidos de la historia de la representación argentina en el evento más importante de las artes plásticas, a través de un panorama de los artistas que han participado en las diferentes ediciones.
Se destacan, entre muchas otras obras, aquellos xilo-collages de Juanito Laguna que hace 51 años llevaron al maestro y gran pintor social Antonio Berni a alzarse con el premio mayor de la muestra en la categoría grabado, en el mismo año en que el italiano Alberto Giacometti fue distinguido por sus esculturas.
El maestro del arte cinético Julio Le Parc obtuvo el máximo galardón en Pintura de la Bienal en 1966 y le arrebató el premio de las manos al entonces favorito de la crítica, el norteamericano Roy Lichtenstein, un dato casi tan curioso como que León Ferrari recibió el León de Oro en 2007, aunque su obra no formaba parte del envío argentino.
Las imágenes del Gran Canal veneciano teñidos de verde fluorescente por el genial Nicolás García Uriburu en 1968 dieron la vuelta al mundo y sin embargo este argentino no había sido invitado oficialmente a la muestra, exactamente en el mismo año que David Lamelas, a los 23 años, se convirtió en el artista más joven en representar a Argentina, con una obra que tiempo después adquirió el Moma de Nueva York.
Desde Pio Collivadino, el primer artista en representar a Argentina en Venecia de 1922, hasta Nicola Costantino, en 2013 la muestra recorre obras y artistas, pero también circunstancias, como la ausencia durante años de un espacio propio, algo subsanado en el 2011, con un acuerdo de comodato para ocupar durante 22 años un pabellón de más de 500 metros cuadrados situado en lo que fuera la Sala de Armas de los arsenales.
Fuente: Télam