A esa hora, el establecimiento se encontraba con todas sus habitaciones ocupadas. Dos individuos se presentaron en la administración ocupada por dos empleados del local.
¿Desean un turno?, habría interrogado una empleada a los visitantes masculinos, generando estupor y hasta rubor.
-¡”No, queremos toda la plata. Esto es un asalto!”, respondió el desconocido. Al instante, el dúo extrajo una pistola y un cuchillo, provocando instantes de zozobra en el personal, al verse amenazado por el filo del cuchillo apuntándole en el cuello al hombre.
La policía ignora qué sucedió, pero en segundos uno de los maleantes cortó en el cuello al empleado, pese a que la víctima no dio gestos o indicios de resistencia. Al contemplar ensangrentado a su compañero, la otra empleada entregó a los delincuentes la recaudación de $ 2.095.
-“Esto es poco. Queremos toda la plata”, insistió uno de los asaltantes. Sin dudarlo, su cómplice arrebató una riñonera y una billetera de la empleada, la cual contenía más de $ 600, deslizaron los investigadores de la Seccional 49 de policía.
Recién cuando se convencieron de que no quedaba una moneda más por tomar, los ladrones dejaron en paz a los empleados, ascendieron a una motocicleta y abandonaron el motel.
Empleada angustiada y presa en llanto
Víctima de un shock nervioso, cerca de las 22 arribaron a la Seccional 49 la empleada asaltada, acompañada por el propietario del motel. Debían formalizar la denuncia. “Tranquila. Fue un asalto nada más. Dentro de todo, tuvieron suerte”, habría manifestado el dueño del albergue a su trabajadora, presa del susto y decepción vividos. Un allegado a la investigación confió anoche a EL LIBERAL que no hay sospechosos aún, ya que mayormente los clientes del hotel evitan la exposición.