La nueva sede estará conformada por dos bloques de ocho plantas, el primero de los cuales comenzará a ser construido en febrero de 2015
Tras recorrer el predio junto al vicepresidente de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), Martín Reibel, Cabandié explicó además que el 80 por ciento del terreno será ocupado por un parque "de acceso público para todos los habitantes de la Ciudad".
Por su parte, Reibel destacó el rol desempañado por la AABE, que a través de la resolución 19/2013 asignó en uso el inmueble emplazado entre las calles Pichincha, 15 de Noviembre, Matheu y Rondeau -la reapertura de esta última vía está prevista como parte del mismo proyecto- al Archivo General de la Nación, que será inaugurado en 2017.
"Como parte de una política integral de la AABE, no es casual que estemos recuperando inmuebles abandonados para resignificarlos en políticas de inclusión y resguardo del patrimonio de todos los Argentinos", dijo.
"En este marco hoy hacemos posible que en un bien marcado por el horror, luego por el abandono, se proyecte la construcción del archivo con los documentos que dan cuenta de la historia de nuestra Nación", agregó.
La nueva sede -emplazada donde se encontraba la parte nueva de la ex cárcel de Caseros- estará conformada por dos bloques de ocho plantas, el primero de los cuales comenzará a ser construido en febrero de 2015.
Esta primera etapa insumirá una inversión 25 millones de dólares, 15 de los cuales serán financiados por el Banco de Desarrollo de América Latina y el resto cubierto con fondos del Estado Nacional.
"En agosto abriremos la licitación pública internacional, a fin de año estaríamos adjudicando a la empresa ganadora y en febrero se estarían iniciando las obras, que llevarán unos dos años y medio", explicó Celina Bonini, coordinadora del Programa de Modernización del AGN.
La funcionaria explicó que "será la primera vez, no sólo en Argentina sino en todo el Cono Sur, que se construye un edificio pensando para albergar el archivo histórico de una nación".
"Como parte de una política integral de la AABE, no es casual que estemos recuperando inmuebles abandonados para resignificarlos en políticas de inclusión y resguardo del patrimonio de todos los Argentinos"Martín Reibel, vicepresidente de la AABE
El Archivo depende del Ministerio del Interior y su fin es "reunir, conservar y tener disponible para su consulta o utilización la documentación que interese al paí­s como testimonio acerca de su ser y acontecer".
La planta baja y el primer piso estarán ocupados por las áreas públicas y los talleres de trabajo, mientras que entre el tercer y el séptimo funcionará el archivo propiamente dicho, compuesto por escritos, fotografías, films y audios.
Una vez concluido este primer bloque, comenzará la construcción de otro contiguo de idénticas características "porque esto no alcanza para los millones, millones y millones de materiales que tenemos".
Para graficar el volumen, Bonini explicó que si se pusieran uno al lado del otro todos los paquetes que posee el archivo se cubrirían "28 mil metros lineales", equivalentes, por ejemplo a ir y volver desde Plaza de Mayo a Liniers por Avenida Rivadavia.
"Hoy el archivo está disperso en tres edificio, así que para nosotros es genial unificar toda la documentación en un espacio que contará con todo el equipamiento y tecnologías", dijo.
El edificio actual nació como banco y fue cedido por el gobierno nacional en la década del 30. "Desde entonces nunca más a ningún gobierno se le ocurrió dar una solución real al archivo", agregó.
La cárcel de Caseros, que ocupó dos manzanas y constaba de una parte vieja y una nueva, se comenzó a construir durante el gobierno Frondizi, pero fue inaugurada el 23 de abril de 1979, en plena dictadura, y por allí pasaron unos mil presos políticos.
El penal, que tenía una superficie cubierta de 85.000 metros cuadrados en dos torres de 22 pisos, prácticamente dejó de funcionar como consecuencia de un virulento motín ocurrido en 1984 y cerró definitivamente sus puertas en el 2000.
En 2008 la parte nueva fue demolida y solo quedó en pie el muro perimetral, mientras que el sector viejo -protegido por su valor patrimonial-, está en manos del Ministerio de Justicia, que prevé hacer allí oficinas del Servicio Penitenciario Federal y un museo carcelario.
Fuente: Télam
