El Pontífice hizo este reclamo, en tono más bien severo, ante una audiencia en el Vaticano, a un grupo de religiosos que participan en un curso organizado por la Penitenciaría Apostólica.
Asimismo, Juan Pablo II recomendó a los sacerdotes que ofrezcan a los fieles "la caridad de la acogida afectuosa, sin avaricia de tiempo y sin aspereza o frialdad en el trato". (Télam-SNI)