"Es evidente que la fuerza del ciclón fue dramáticamente peor de lo que inicialmente se había previsto. Esto habrá sido con toda seguridad una catástrofe para el pueblo de Vanuatu", dijo la especialista en comunicaciones de Unicef, Alice Clements, en un comunicado.
La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU dijo que varias informaciones apuntan a que 44 personas murieron en la provincia de Penama, en el centro del país, si bien todavía no se han facilitado cifras oficiales de muertos o heridos.
Hasta el momento se confirmó la muerte de seis personas en Port Vila, donde viven unas 40.000 personas y según las autoridades locales el 80% de las casas han quedado dañadas seriamente, según Radio New Zealand.
El balance de víctimas y daños podría demorar unos días porque gran parte del territorio está incomunicado, sin energía eléctrica ni agua.
"No sabemos de víctimas, pero anticipamos que el número será alto en las islas remotas porque los refugios allí son menos sofisticados. No tenemos ninguna información de lo que ha pasado porque no podemos hablar con las islas", dijo el director de la organización Oxfam en Vanuatu, Colin Collett Van Rooyen, en declaraciones que reproduce la agencia EFE.
Los servicios de emergencia de Vanuatu se preparan para un inmenso operativo de búsqueda y rescate de supervivientes de esta tormenta de categoría 5, que podría haber afectado unas 260.000 personas, según Unicef.
El portavoz de la Oficina Nacional de Gestión de Desastres, Mishaen Lulu Garae, dijo a Radio New Zealand que las autoridades del país prevén que el impacto del Pam habrá sido peor que el del ciclón Uma, que en 1987 causó 50 muertos en el archipiélago.
Otros territorios del Pacífico también sufrieron el embate del Pam como Tuvalu, donde se declaró el estado de emergencia y se aplazó la celebración de las elecciones previstas para el próximo jueves, mientras que se espera que el ciclón se acerque al este de Nueva Zelanda el lunes o martes.
Fuente: Télam