Los propios autoconvocados son quienes denuncian y reflejan carencias edilicias que condicionan la prestación del servicio sanitario afectando no solamente el trabajo por ellos realizados, sino también el cuidado mismo ofrecido para con los pacientes.
En las distintas dependencias correspondientes al hospital de Niños, los médicos pertenecientes al movimiento resaltaron la situación de emergencia en la que se encuentra funcionando la Sala 6 del nosocomio pediátrico. Aquí, de acuerdo a lo indicado por Julián Nassif, secretario adjunto del Sitas, desde hace tres años que este lugar funciona con un equipamiento limitado en cuanto a espacio físico se refiere.
"En esta zona carecemos de baños, tanto para los pacientes, como para los médicos. Los que se encuentran disponibles se ubican a quince metros de la sala. Hasta allí deben trasladarse los niños, recién operados, en el mejor de los casos en camillas o sillas de ruedas si es que las hay. Esto pone en riesgo el estado post operatorio de los chicos", explicó Nassif.
Asimismo, resaltó que la sala de estar de los galenos en esta sección posee la cualidad de ser de utilidad múltiple, pues allí el personal descansa, elabora la medicación, realiza las curaciones y sirve de comedor para los profesionales que llevan a cabo las respectivas guardias. "No se respeta ningún tipo de norma de bioseguridad, donde deben existir las denominadas áreas limpias y sucias, pero no puede ser que la comida para los chicos esté en contacto con el material que se descarta al momento de preparar los medicamentos. Esto puede traer aparejada serias enfermedades interhospitalarias", apuntó Nassif.
A ello debe sumarse que personal de limpieza ingresa y egresa de esa área con todos los desechos hospitalarios a cuestas atravesando la sala donde se encuentran las camas de internación.
Por otra parte, se expresaron críticas al estado del hospital de día, remodelado recientemente, pero ya son visibles las filtraciones de humedad en sus techos, como así también en sus paredes.
A su vez, se consignó que las instalaciones de la vieja guardia del nosocomio fueron adaptadas para el funcionamiento del sector de traumatología por lo que la disposición del instrumental y dimensiones de dicho sector no condice con los requerimientos para la operatividad de tal espacio.
Nassif denunció que para estas prestaciones no se cuentan con todos los insumos de atenciones traumatológicas. Asimismo, se informó que el personal de enfermería para la atención se encuentra reducido en un 50 por ciento (en labores cotidianas, sin contar las medidas de fuerza dispuestas).
Entre las deficiencias en el instrumental se ejemplificó el deterioro (oxidación) de los estribos para contener los miembros (piernas) de los pacientes que son enyesados, como así también la utilización de varios sachets de sueros cargados con agua, en lugar de las pesas pertinentes para la tracción esquelética.
Por su parte, en el Centro de Salud se hizo hincapié, en un primer momento, sobre las condiciones estructurales del área de Oncología, donde en la sala (prevista para la internación de 22 pacientes) sus techos muestran deterioros en casi un 50 por ciento debido a la presencia de hongos, como consecuencia de filtraciones y pérdidas provenientes de la sala de cirugía, ubicada en el nivel superior.
"Esta sección no esta ni siquiera aislada, cuando en la zona colindante se ubica el servicio de radiación por tratamiento de braquioterapia. Los pacientes inmunodprimidos deben ser trasladados por escaleras, ante la inexistencia de ascensores. Utilizamos colchonetas en lugar de colchones para las camas", aseveró Francisca Cruz, delegada del nosocomio del Sitas.
Otra de las cuestiones indicadas tiene que ver con el servicio de Quimioterapia, puesto que sus responsables reclaman la incorporación de una campana de flujo laminal que posibilite la absorción y purificación de los gases tóxicos que emiten los preparados medicamentosos que allí se elaboran por los propios enfermeros, siendo que esto debe ser llevado a cabo por Farmacia.
"Con esta forma de trabajar, no estamos categorizados como un servicio crítico sino como tratamiento común. No poseemos licencias sanitarias dada la extensa exposición de radioterapia de la que somos objeto. Por ejemplo, a elementos patológicos contaminantes del Tipo C (radiactivos, quimioetrápicos y residuos de las diálisis) que son mutagénicos, es decir producen malformaciones en el organismo", señaló Adrián Guerra, facultativo a cargo de esta área.
Finalmente, Francisca Cruz se quejó de las deficiencias en nutrición y aspecto culinario con el que cuenta el servicio de comida para los médicos. "Nos sirven comida rancia sin ningún tipo de pulcritud, ya que las bandejas están todas grasientas y además escatiman en los recursos humanos, pues solamente una persona se encarga del servicio para el plantel médico. Esta prestación está tercerizada y no se corresponde el nivel y calidad del servicio con los montos que se destinan para ello", adujo. (El Siglo)
