La expedición partió desde Barrancas Blancas, a 4.200 metros de altura, y se fue introduciendo en un paisaje extraordinario que esconde destinos de alta montaña que suelen ser visitados por viajeros gustosos de aunar historia con sitios fascinantes.
Al avanzar, los jinetes van cambiando de posición en la columna debido a que las yeguas amadrinadas se adelantan o demoran para reencontrarse con la tropilla conocida, al trote corto, galopando una cuesta, frenando en seco para tratar de morder un pasto, hasta volver al paso relajado.
Fuente: Télam