Mampara de por medio, el decano afirmó: "Estamos comiendo lo que pueden pasarnos a través de una banderola que abrimos y tenemos baño aunque no ducha; de todas maneras, yo sé que tengo razón y, si es necesario, voy a estar acá hasta marzo, cuando finalice mi mandato".
Cuando concluya este segundo mandato de Aliaga, el próximo 1 de marzo, deberá asumir el biólogo Carlos Reboreda, electo el martes con 11 votos a favor -8 representantes del claustro de Profesores y 3 por la mayoría del de Graduados- y 5 ausentes -la graduada por la minoría y los 4 representantes de Estudiantes, que se retiraron de la sesión antes de la votación-.
Aliaga contó que "el martes tomamos conocimiento de que un sector de los estudiantes planeaba cerrar el área administrativa de esta facultad; ante esa situación, un grupo de docentes decidimos encerrarnos para evitar la concreción de la toma".
"La secretaria de asuntos académicos, el subsecretario de extensión y el responsable de comunicaciones de la facultad me acompañan desde hace casi 48 horas porque creemos que este grupo no puede pasar por encima de una elección que se realizó de manera transparente", consideró.
Encerrado en su despacho en Ciudad Universitaria, el decano dijo que "el reclamo histórico de una parte del estudiantado es tener una mayor representación en las elecciones, pero cuando hace dos meses se inscribieron para las elecciones, aceptaron las reglas de juego tal como estaban".
"Esta toma entonces va en contra de lo que ellos mismos habían aceptado como válido", argumentó, y agregó que "en estos momentos no hay diálogo con el Centro de Estudiantes simplemente porque ellos no aceptan tener un diálogo llano y cara a cara para solucionar este conflicto".
Mientras tanto, los estudiantes permanecen en el hall central, con los accesos principales del área administrativa bloqueados por sillas.
Más temprano, una ruidosa protesta de docentes, graduados, investigadores, no docentes y alumnos rechazó la toma que mantiene el Centro de Estudiantes hace dos días.
Aliaga informó que "no es verdad que hoy haya habido una amenaza de bomba: llegó la ambulancia del SAME por una llamada telefónica que habían recibido, pero nunca hubo un aviso de ese tipo en la Facultad".
El decano contó que "los estudiantes me reclaman que hoy haya clase, pero no se puede porque los no docentes decretaron un paro" en protesta por lo que ocurre.
"Si quieren estudiar, deberían darle la chance a la Facultad de volver a la normalidad", concluyó.
Fuente: Télam
