En la navidad de 1958, un año después de ese viaje, Ortiz escribe a su amigo Chi: "No he hecho otra cosa, podría decirse, que ocuparme de China. El poema último: «Luna de Pekín», fue, en realidad, el primero que escribí allí", se lee en la introducción del libro, a cargo del poeta y ensayista Francisco Bitar, responsable de esta edición.
Según Bitar, "todo hace pensar que este «último poema» -en realidad el primero escrito en China- pertenece a un conjunto mayor cuya serie se constituye a partir del hecho de haberlos escrito allí".
"Se trata entonces de los «poemas chinos» entre los cuales «Luna de Pekin», primera ciudad que Ortiz visitó, es también, volveremos sobre esta fidelidad al orden de la escritura, el primer poema", sostiene.
Y cuenta: "En el año 1957, el poeta entrega a imprenta el libro De las raíces y del cielo. Con él se abre un paréntesis de silencio que, exceptuando colaboraciones en diarios y revistas, se prolongará hasta 1970, año en que aparecerá En el aura del sauce´.
En ese libro, En el aura del sauce, aparecen reunidos en tres tomos sus diez libros ya editados y los tres siguientes aún inéditos: El junco y la corriente, El Gualeguay y La orilla que se abisma.
"Es en esta edición -señala Bitar- donde la obra encuentra su culminación y su pertenencia a un universo poético al mismo tiempo común (la obra) y específico (el libro). A partir de aquí cada verso leído, cada cuerda tocada en el libro, vibrara en la caja de la totalidad".
Fuente: Télam