A las 20.30, hora a la que estaba convocado el acto, la plaza ya era un hervidero de trabajadores de la salud, de distintas agrupaciones políticas y sociales y de ciudadanos. La primera en tomar la palabra fue la enfermera Miriam Ogas. "Los que están en el poder tienen que saber que el poder no es eterno. Señor gobernador, usted nos subestimó y ese fue su error; su palabra dejó de ser creíble. Nosotros, los autoconvocados, hacemos honor a la democracia que usted pisotea", exclamó mientras estallaban los aplausos.
La enfermera dijo: "aunque el Gobierno sostiene que no tiene dinero para pagar el aumento que nosotros reclamamos, la plata sí está. Al ser un alumno abanderado del matrimonio K usted lo puede conseguir. Esta multitud es el mejor testimonio para demostrar que a nosotros nos acompaña la verdad".
La médica Adriana Bueno dijo que el Gobierno le tiene miedo al pensamiento y que es por eso que recurre "a la represión policial" (en referencia a la ocupación de los hospitales por parte de la Policía). "Solamente por reclamar algo justo, los funcionarios de este Gobierno hicieron cola para descalificarnos. Cuando les pedimos que publiquen sus salarios y sus gastos de bloque, hubo quienes optaron por tomar el rol de la víbora, que es rastrera y que anda por el barro tratando de enlodar a nuestros compañeros", exclamó.
A medida que el acto avanzaba, la dureza de los discursos iba aumentando. Cada vez que alguno de los oradores mencionaba los nombres del gobernador o del titular de ATSA, René Ramírez, se elevaban los abucheos y los silbidos de la multitud reunida en la plaza.
Una enfermera de la Maternidad, que se identificó como Marta, leyó una carta en referencia al Día de la Enfermera, que se celebra hoy. "Mañana (por hoy) tendríamos que festejar nuestro día. Pero no hay nada que celebrar. Este gobierno nos quiere enfrentar con la población en general y con las fuerzas de seguridad", sostuvo.
Durante su discurso, el médico Alfredo Amenábar hizo hincapié en el destino de los recursos del Estado. "El costo del metro cuadrado del nuevo palacio de la Legislatura se cuadruplicó y el Tribunal de Cuentas aprobó la construcción de ocho baños en el Avellaneda por la módica suma de un millón de dólares. Con los gastos reservados de los legisladores podría pagarse la recomposición salarial que tan justamente estamos reclamando", afirmó. Además, le pidió a Alperovich que se presente el lunes en el arzobispado.
El encargado de cerrar el acto fue el enfermero Raúl Barrionuevo, del hospital de El Carmen. "Nosotros no compramos voluntades, sino que hacemos crecer la conciencia de la población. Si triunfan los autoconvocados, triunfa Tucumán", concluyó mientas una lluvia de aplausos y gritos de apoyo se derramaba sobre el escenario.
Matices de la protesta
Poca policía.- El vallado de agentes de la Policía frente a la Casa de Gobierno anoche estuvo reducido a una docena. La infantería disminuyó a la cuarta parte. Tampoco se vio miembros de la Policía Montada.
Ex funcionarios.- Entre los manifestantes, y pese a la agobiante jornada, se vio a la varias veces directora del Hospital de Niños Nélida Cusa, al ex director Héctor Salas y su esposa, y al ex ministro de Salud y docente de la UNT Humberto Musa.
Recorrido.- El personal de la salud dio vuelta a la plaza y luego marchó por Laprida, Santiago del Estero y 25 de Mayo hasta la plaza. Desde los balcones recibieron el apoyo de la gente que desplegó todo tipo de cotillón. En la planta baja de los edificios había grupos que hacían sonar las cacerolas.
"Este es mi sueldo".- El médico Ernesto Marcos Arias, de 25 años de servicio, llevaba en su espalda una fotocopia ampliada de su boleta de sueldo para mostrar que gana $ 2.422,25.
Fuente/ lagaceta.com.ar
