“Nos acercamos a Sumampa, la tierra donde la Virgen María quiso quedarse para brindarnos su protección maternal, a fin de venerar a la Madre de Dios y presentarle nuestras necesidades espirituales y materiales, como así también nuestro más profundo agradecimiento por su intercesión amorosa”, dijo Polti ante más de 25.000 peregrinos que llegaron a la festividad.
Explicó que su prédica estaría orientada hacia “la vida y la fe”, y en el primero de los puntos dijo: “Si bien le pedimos a Jesús, y junto con Él, a su Madre, que cuide el don maravilloso de nuestras vidas y la de todos los hombres, también es lógico que cada uno de nosotros asumamos el compromiso de defenderla desde el primer instante de su concepción hasta su muerte natural; especialmente en aquellos momentos donde la vida se encuentra más amenazada: en su gestación, en la enfermedad y en la vejez”.
“Del mismo modo, todo ejercicio de violencia, causado por problemas de una distribución poco justa de la tierra y la preservación del medio ambiente... atenta siempre contra el bien común y contra el don maravilloso de la vida”, dijo luego.
Fe cristiana
Más adelante, sostuvo: “Tenemos cada uno de nosotros, queridos hermanos y hermanas, la gran dicha de poseer la fe, la fe del Señor, la fe de los Apóstoles, la fe de la Iglesia que es madre y maestra. El estar aquí reunidos en estas queridas tierras marianas es señal de que el Señor nos ha ofrecido este primer e incomparable don suyo. Tomemos conciencia en estos instantes de su inestimable y delicado valor. ¡Ojalá podamos redescubrir el camino de la fe, para iluminar de manera cada vez más clara la alegría y el entusiasmo renovado del encuentro con Cristo!”.
Finalmente reiteró sus peticiones a la Virgen de Sumampa: “Cuida el don maravilloso de nuestras vidas, ayúdanos a vivir nuestra fe cristiana con alegría y danos el Consuelo que acunas entre tus brazos, tu Hijo Jesucristo, Nuestro Señor”.
Fuente: elliberal.com.ar