Según informó La Gaceta, el primer ataque fue a anoche y el segundo, este martes.
"Haremos lo que sea necesario para cuidar nuestra fuente de trabajo", sostuvo un encargado.
Para proteger el local, improvisaron "tumberas" para arrojar bombas de estruendo a distancia; además, montaron barricadas en ambas esquinas de la cuadra en la que se encuentra el negocio y también en el acceso.
"El segundo intento de saqueo fue el más bravo, tuvimos mucho miedo y por suerte llegó la Policía. Si no llegaba podría haber pasado cualquier cosa", sostuvo uno de los empleados.