Esta despedida de la cuarta versión del lanzador europeo se hará en medio de un clima de depresión e incertidumbre respecto al porvenir de todo el sector espacial europeo, mientras que los norteamericanos, por su parte, siguen conmocionados por la pérdida de la nave Columbia.
En el momento del lanzamiento de la nave, su hermana menor y sucesora, Ariane-5, permanece en tierra después del fracaso en diciembre pasado de su versión aumentada, que debió ser destruida tras su lanzamiento a raíz de un problema en el motor del primer piso que hizo que se desviara de su trayectoria. (Télam-SNI).-