"Se trata de una pieza patrimonial que luego de tantos años de su descubrimiento pudo ser estudiada exhaustivamente. Su mensaje, casi intacto a pesar de las vicisitudes sufridas, logró llegarhasta nuestros días", expresó la arqueóloga Abal de Russo, de la Facultad de CIencias Exactas y Naturales de la UBA.
La historia del hallazgo es bastante curiosa: comenzó en 1920, cuando Felipe Calpanchay, un poblador del lugar encontró las losasde una tumba precolombina en las cumbres de Cafayate. (Télam).-