Al transitar por las calles, en especial en horas nocturnas, la imposibilidad de conseguir estacionamientos y lugares en restaurantes, da la clara certitud del excelente momento que está pasando este importante rincón catamarqueño.
En el complejo termal debieron limitar en algunos horarios el ingreso de turistas, debido a la capacidad y para ofrecer mayor seguridad. La Dirección de Defensa Civil, Bomberos, Inspección General, Bromatología y la Dirección de Turismo, deben trabajar sin descanso para que cada uno de quienes nos visitan se vallan conformes y con ganas de volver. A pesar de esas limitaciones, de igual manera todos pudieron disfrutar con alegría de las cálidas aguas termales, únicas en la provincia.
En lo referente a hotelería y alojamientos, el área de turismo pudo establecer que el 100% de la capacidad en todo Fiambalá estuvo ocupada durante todo el fin de semana, incluyendo hasta el días miércoles y días posteriores.
La provisión de combustible fue normal, debiendo reforzar el personal de la estación de servicios que atiende las 24 horas.
El rubro gastronómico, comercios en general y artesanos, tuvieron un importante movimiento económico, muchos de ellos –en el caso de artesanos- vendieron toda la mercadería preparada para exponer en esta oportunidad.
La Ruta del Vino y La Ruta del Adobe fueron otro de los lugares más visitados por la gran mayoría. En el caso de las bodegas, centenares de personas visitaron para degustar los diferentes vinos finos que fueron premiados en el exterior y llevarse de recuerdos algunas botellas para sus lugares de orígenes.
Se estima que durante el fin de semana, el punto máximo de ingreso fue superior a cien vehículos por horas, sin contar las distintas expediciones de motoqueros y fanáticos de los cuatriciclos que arribaron a desafiar la ruta del Dakar.
En el área de salud se trabajó normalmente y sin mayores novedades, a pesar de grave carencia de insumos que cuenta el hospital Dr. Luis Agote.
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