Las Colonias de Verano forman parte del Programa Nacional de Promoción y Prevención Socio Comunitaria “Prevenir para seguir creciendo” que PAMI viene desarrollando hace ya 2 temporadas con el objeto de disminuir el riesgo de aislamiento, vincular al afiliado con actividades que lo estimulen física y psíquicamente, ofreciendo un espacio de recreación, junto a una propuesta original y novedosa que da continuidad a las actividades que desarrolla durante el año en los talleres.
Mas de 1000 jubilados de Capital, Tinogasta, Belén, Andalgalá, Valle Viejo, y Fray M. Esquiú pueden disponer de unas entretenidas vacaciones saliendo de la rutina y generando nuevos círculos de socialización.
Los adultos mayores que concurren a las colonias tuvieron días y horarios preestablecidos en los cuales el transporte pasaba a buscarlos por sus hogares para llevarlos a los predios contratados a tal fin. Realizaron actividades como gimnasia aeróbica, danzas, juegos de mesa, acuagym y natación, adaptado al nivel y estado físico de cada uno. Además contaron con un horario en el disfrutaron de un refrigerio compuesto por alimentos de alto valor nutritivo.
Es importante señalar que tuvieron el acompañamiento de personal médico y de emergencias durante todo el tiempo en el que transcurrió la colonia.
En el evento de cierre los beneficiarios llevaron a cambo una muestra de danzas, canto, teatro y gimnasia y finalizaron con un divertido baile de carnaval.
Diversas expresiones de agradecimiento se manifestaron, en especial hacia el equipo de personal de PAMI, a los profesores de educación física que los acompañaron día a día, a los coordinadores y al Dr. Figueroa Castellanos.
María Estela, una jubilada de Fray M. Esquiú se acercó al micrófono y muy conmovida contó su experiencia: “Estaba recién operada de ambas rodillas y me propusieron venir a la colonia en los Contadores. Al principio no me anime, estaba dolorida, caminaba con bastón y no tenia muchas ganas de salir. Una amiga me convenció y el primer día de pileta cambié de opinión. Se me pasaron los dolores, hice nuevos amigos, me morí de risa con las ocurrencias de los coordinadores. En una palabra, esta colonia me cambió la vida. Salí sin bastón y con ganas de hacer mas cosas”.
Alegría, lágrimas, emociones a flor de piel y mucha energía para seguir emprendiendo actividades fueron las características de una jornada de despedida, pero también de apertura de nuevas etapas.