"Querría dedicar un saludo a los musulmanes del mundo entero, a nuestros hermanos, que hace poco han celebrado la conclusión del mes de Ramadán, dedicado particularmente al ayuno, al rezo y a la limosna", afirmó Francisco, según informó la agencia EFE.
"Como escribí en mi mensaje para esa circunstancia, deseo que los cristianos y los musulmanes se comprometan a promover el respeto mutuo, especialmente a través de la educación de las nuevas generaciones", agregó.
En una soleada y calurosa mañana en la Ciudad del Vaticano, el papa Jorge Bergoglio habló además del deseo de encontrar a Dios, cuyo amor -según dijo- es "el verdadero tesoro del hombre", el que da sentido a las pequeñas cosas del día a día.
"¿Dónde está mi tesoro? ¿Cuál es para mí la realidad más importante, más preciada, la realidad que atrae mi corazón como un imán? ¿Puedo decir qué es el amor de Dios? Alguno puede decirme: padre, yo soy alguien que trabaja, que tiene familia. Para mí la realidad más importante es la de sacar adelante mi familia, el trabajo", comentó el papa.
Agregó: "por supuesto, es verdad, es importante pero ¿cuál es la fuerza que mantiene unida la familia?. Es precisamente el amor de Dios el que da sentido a los pequeños compromisos diarios y el que ayuda a afrontar las grandes pruebas".
"Este es el verdadero tesoro del hombre. Y el amor de Dios no es algo vago, un sentimiento genérico; el amor de Dios tiene nombre y cara: Jesucristo", sostuvo.
Según Francisco, el amor de Dios se manifiesta en Jesús, "porque no podemos amar al aire, sino que amamos a las personas", y eso "da valor y belleza a todo lo demás: a la familia, al trabajo, al estudio, a la amistad, al arte y a toda actividad humana".
Por último, Francisco recordó que el próximo jueves se celebra la festividad de la Asunción de la Virgen María, ocasión en la que irá a la localidad de Castel Gandolfo, a 30 kilómetros al sur de Roma, para oficiar una misa y dirigir el rezo del Angelus.
Fuente: Télam