En la actualidad y luego de incursionar en el estudio de los distintos tipos de rocas con los que cuenta la riqueza mineral catamarqueña, montó un museo minerológico en su propia casa, donde cada visitante puede encontrar alrededor de 1.500 ejemplares.
-¿Cuál fue el motivo que lo trajo de Hungría a Catamarca?
De pequeño mis padres me trajeron, después de la guerra en el año 1949. Nos radicamos en Buenos Aires, donde culminé mis estudios primarios, secundarios y terciarios, y luego vine a trabajar a la capital de Catamarca, donde ejercí mi carrera docente hasta que me jubilé y me vine a Antofafasta de la Sierra. Es un lugar que siempre me causó gran atracción por lo exótico y lo raro de sus paisajes, y fue entonces que decidí quedarme acá, a pesar de que es un lugar muy tranquilo y aislado, junto a mi señora, que es oriunda de la zona de Antofalla.
En este lugar tuve la oportunidad de encontrar mucho material para mi museo y para trabajar.
-¿Cuántos años lleva dedicando su vida a la artesanía en piedra, y qué fue lo que lo llevó a interesarse por trabajar sobre ese material?
Hace más de 40 años. La verdad que el interés no es por el lado hereditario, porque en mi familia no hay parientes que se hayan dedicado a esto; pero siempre me llamaron la atención las piedras y los secretos que guardan, porque una piedra a lo mejor sin trabajar es una cosa, y ya trabajada es otra.
-¿Qué lo llevó a montar un museo mineral en su propia casa?
Básicamente, mostrar el potencial minero y las riquezas minerales que hay en Catamarca, porque si analizamos bien, la mayoría de los museos son arqueológicos o históricos, y de minerales no tenemos.
- Dentro de la variedad de piedras, ¿cuáles son las más exóticas que tiene Catamarca?
Hay varias; están las piedras fluorescentes, algunas sales con litio, rocas con trazas de uranio, son las más interesantes.
-¿Cuál es su postura acerca de la actividad minera y de los daños que ocasiona?
Entre las actividades más contaminantes, la minería está en el trigésimo octavo lugar, y en el primer lugar está la emisión de gases invernadero producidos por las industrias petroleras y la ganadería, por la gran cantidad de fertilizantes que lamentablemente después ingerimos por desconocimiento.
Hoy en día se trabaja con conocimiento de los efectos que produce esta actividad, pero buscan la forma de trabajar de una manera en la que se trata de contaminar lo menos posible, y a la vez la gente tiene que saber que sin minería no hay desarrollo humano. Un claro ejemplo de esto es que en un celular uno tiene 17 minerales diferentes que fueron usados para su fabricación.
-¿Cuál es el mineral que más cuesta extraer o conseguir?
Son muchísimos, uno de ellos es el litio, porque está prácticamente disuelto en las sales. En el Salar del Hombre Muerto tenemos una empresa multinacional que está haciendo explotaciones ya hace varios años.
¿cuál es la piedra con más demanda?
Indiscutiblemente la rodocrocita, es la piedra nacional y sus yacimientos están acá, en Catamarca. Es una piedra muy apetecida por los extranjeros, porque ellos no poseen este mineral, y si bien ya no es tan fácil de conseguir como antes, aún está dentro de la gama de minerales existentes en nuestra provincia.
