El equipo curatorial estuvo coordinado por las investigadoras Marina Aguerre y Talía Bermejo y por estudiantes de la maestría, elegidos por un concurso, un equipo que trabajó en estas cinco colecciones a través de pinturas, fotografías, esculturas, grabados e instalaciones, desde seis núcleos temáticos: Ciclos vitales, Vínculos, La palabra, Infancias, Rituales y Espacios.
"En la medida que se avanzaba en el trabajo -precisó Wechsler- empezaron a delinearse los diferentes núcleos, colecciones que ligaban con el mundo infantil, otras que tienen que ver con la memoria, los sitios vinculados al trabajo, la palabra; la puesta en escena de rituales, que tanto pueden ser ancestrales como contemporáneos".
Para la directora de la maestría de la Untref, "otro de los rasgos distintivos del proyecto es que permite moverse con el concepto de microrrelato y poner en juego piezas que son de tiempos muy distantes. Ese toque de tiempo genera sentidos nuevos tanto para las obras del pasado como las del presente".
El concepto de microrrelato "es el disparador del proyecto y a su vez los microrrelatos en sí surgen del análisis de las obras, incorporadas según la demanda que iban planteando los textos y también en relación a la dimensión de las colecciones", contó.
La institución que tiene mayor cantidad de obras es la del Palais de Glace -alrededor de 1300-, de un nivel muy bueno: "Hay premios nacionales y en algunos casos fueron compras de Estimulo, formaron parte de proyectos sobre programas de políticas de imagen, entonces están especialmente anotadas dentro de las políticas de integración de colecciones nacionales", especificó.
Y agregó: "La posibilidad de integrar por ejemplo obras del Museo de San Juan que tiene una colección fantástica, que surge en los años 30 de un grupo de intelectuales y que ahora continúa comprando arte moderno, constituyéndose a la par que otras colecciones del mismo tipo en el país y en el mundo. Es un sistema sostenido de estímulo público al coleccionismo y al mundo del arte en distintos tipos de soportes, técnicas y períodos".
Por un lado, subrayó Wechsler, "el diálogo que se da en la exposición implica que una obra del siglo XIX esté al lado de alguna de ayer, unidas por cuestiones conceptuales; y por otro la posibilidad de ver un número importante de obras que habitualmente están en depósitos".
Esto deja al descubierto, destacó la especialista, que tenemos un patrimonio muy valioso, en buen estado de conservación, sumado a que estos ejercicios curatoriales -esta vez en manos de estudiantes de la maestría de la Untref-, permite el acceso a un corpus enorme de obras del cual se hizo la selección. Hay una puesta en valor de lo que es un sistemático ejercicio de coleccionismo público a través de diversos mecanismos como los estímulos, los salones o las adquisiciones de los museos".
Acerca de los núcleos temáticos, hubo variaciones: "A veces uno cobraba protagonismo como el universo infantil, pero al tiempo se acotaba porque adquiría peso el del mundo del trabajo. Todo fue muy creativo y los núcleos se fueron regulando y equilibrando per se. Este punto también va a ser muy interesante para el público que va a poder conformar su propio recorrido.
Entre otras, figuran obras de Roberto Aizenberg, Libero Badii, Fabiana Barreda, Antonio Berni, Alberto Bruzzone, Fray Guillermo Butler, Emilio Centurión, Miguel Dávila, Tulio de Sagastizábal, Facundo de Zuviría, Juan del Prete, Hernán Dompé, León Ferrari, Ramón Gómez Cornet, Annemarie Heinrich, María Juana Heras Velasco, Raúl Heredia, Enio Iommi, Alejandro Kuropatwa y Roberto Matta.
También, Luis Felipe Noé, Miguel Ocampo, Emilio Pettoruti, Liliana Porter, Alfredo Prior, Benjamín Franklin Rawson, Antonio Seguí, Luis Seoane, Eduardo Stupía, Graciela Taquini, Joaquín Torres García, Mónica Van Asperen, Juan Andrés Videla, José Vilanova, Tamara Wassaf, Willems, Xul Solar , Leonello Zambón, y Graciela Zar.
La exposición podrá visitarse en Riobamba 935, de martes a domingo y feriados de 15 a 21 hasta marzo de 2016, con entrada libre y gratuita.
Fuente: Télam