El Pbro. Gerardo Söding, párroco y biblista perteneciente a la Diócesis de San Isidro, Buenos Aires, logró introducir la invitación que el Papa nos hace a “un camino de vuelta al entusiasmo de la evangelización; camino de comunión en la conversión, en el testimonio, en la caridad; ser testigos discípulos misioneros del poder, del amor, del conocimiento de que Jesús es Dios con nosotros”.
El sacerdote dijo que hay que volver a comenzar, porque llega un momento en que el camino de la fe entra en crisis, que es parte inevitable de todo camino de fe.
Con sus palabras expresó lo que el Papa propone: “La crisis no es, en primer lugar, algo que le ocurre a otros y que nosotros miramos desde afuera; no estamos exentos, estamos en el mismo barco, vivimos en el mismo mundo, padecemos las mismas cosas. Darnos cuenta de esto nos ayuda a tener una visión de solidaridad fundamental. Nosotros estamos inmersos, y darnos cuenta de esto trae como tentación, la angustia, el ansia de querer resolverlo y para eso entenderlo, y eso no se puede hacer. La crisis hay que vivirla, hay que atravesarla”.
“El Papa Benedicto nos invita a pedirle al Espíritu de Dios la valentía de vivir lo que tenemos que vivir día a día. Esto supone dos elementos: la confianza fundamental de que se puede, dada por alguien que ya la pasó y me puede dar la esperanza y la fuerza; y la compañía de otro. Confianza hacia delante y compañía en el presente, es lo que en la Iglesia se llama Dios con nosotros. La esperanza en el resucitado se tiene que hacer compañía a los que van resucitando”, expresó.