Además, con la intención de mostrar trabajos de chicos y adolescentes y su relación con los nuevos lenguajes artísticos, invitó como productoras artísticas representantes de la niñez homenajeada a dos chicas de 15 años, Catalina y Paula, que con inquietudes de ampliar sus conocimientos artísticos intuitivos deciden participar del Taller Libre de Bidimensión: Pintura, Dibujo y Arte impreso, del Instituto Superior de Arte y Comunicación, a cargo de la profesora Marinés Marinaro, en abril de este año. Durante tan solo cuatro meses, las chicas logran hacer una producción personalmente profunda y profesional, digna de ser exhibida y compartida.
“Pelos en la espalda” está conformada por pelos, líneas onduladas que en la ilustración admite el uso de curvas, círculos y formas orgánicas propias de una belleza ideal y estereotipada, sobretodo perteneciente a la figura humana femenina, a la cual recurre frecuentemente Lucas Robert y con la que se permite destapar cómodamente la obsesión por los detalles armoniosos y naturalistas.
A través de sus producciones, Lucas intenta activar la percepción del espectador, privilegiando el sentido de lo visual y táctil, con el fin de provocar una experiencia estética positiva. Desea deleitar el espíritu receptivo aún más que el de sus propias emociones, ubicando al observador como un espía sobre su personaje principal, que se encuentra de espalda con su ambicioso pelo envolviendo toda la sala, como ese otro que completa la propia visión de uno mismo, como ese espejo que puede reflejar nuestra nuca.
Lucas, oriundo de Catamarca, acerca a su provincia una producción característica del arte global actual. Proponiendo alternativas para la representación de la mímesis clásica de la naturaleza y la noción ambigua de belleza, a partir del montaje espacial y la técnica de ilustración digital y muralística.
“Por eso la obra de Lucas no resuelve, ni descifra, sólo lanza interrogantes y renueva enigmas, busca inquietar la comprensión de lo tradicional y asumir su vieja tarea de remover y renovar las significaciones colectivas en Catamarca”, afirmó la artista plástica Marinés Marinaro, curadora de la muestra.
Autodidacta y estudiante de la Tecnicatura Superior de Dibujo Artístico del Instituto Superior de Arte y Comunicación, trabaja como diseñador gráfico “freelance”, disciplina que influencia su estética, por la recurrencia de colores puros, planos y pregnantes, por la síntesis lineal de la representación humana y el contraste con los excesivos detalles de los fondos, o por el contrario el diseño de vestimentas y objetos cargados contenidos en un entorno limpio y vacío.
Paula y Catalina
Catalina desarrolló de manera autodidacta la técnica del arte digital con temáticas que aluden a una crítica irónica ante distintas ideologías dominantes actuales y que también representa su compromiso social y postura personal frente a ellas. Utilizó una diversa paleta de colores desde distintos valores terciarios hasta el brillo plano y puro de primarios y secundarios con detalles digitales que exploró pacientemente a través de la propia experimentación.
Paula, realizó ilustraciones con carbonillas, pasteles, tintas, y otros materiales sobre papel. Representó la expresión oculta de sus emociones, realizando trabajos con frecuente presencia de personajes nostálgicos, algunos solitarios y otros en compañía de animales o personas. También trabajó la historieta con un toque de humor. Utilizó líneas y texturas frescas, ágiles tan racionales como sensibles, de esta manera realizó rápidamente numerosas series.
Las dos comenzaron con ejercicios de creatividad que luego soltaron para realizar su búsqueda personal e independiente con características que salieron de lo común y a su vez con un lenguaje propio de su cultura juvenil, a través del cual lograron explorar, desarrollar y representar su individualidad.
