Con estos fondos se financiarán entre otros la remoción de escombros, la reconstrucción de carreteras y puertos, así como la construcción de viviendas provisorias.
Para la financiación de este presupuesto extraordinario se eliminarán gastos previstos previamente, como el aumento del subsidio familiar por hijos.
Algunos políticos consideran necesarios más presupuestos extraordinarios. Entre los países industrializados, Japón es el que tiene la mayor deuda pública, que alcanza alrededor del 200 por ciento del Producto Bruto Interno.(Télam)