Gómez indicó que en términos de planificación del transito, los semáforos son un elemento más, que no siempre resulta la solución más conveniente. Es necesario pensar cuándo resulta adecuado incorporar este tipo de elementos y cuándo no, de acuerdo con estudios previos, como los que en la actualidad lleva adelante la comuna, para el control de la velocidad del transito.
En este sentido, existen otros elementos como platabandas en elevación, o lomos de burro que se deben considerar como posibilidades válidas para mejorar la transitabilidad para peatones y vehículos.
La titular del área explicó que actualmente hay en la capital una enorme cantidad de semáforos que se fueron incorporando en otro momento a pedido de la gente, por la necesidad de dar una respuesta inmediata a los vecinos. Estas acciones fueron acompañadas de un estudio de tránsito que se hizo en el año 1994. En la actualidad aquello ha sido superado por el crecimiento del parque automotriz, y sus consiguientes dificultades de tránsito. Por tanto se presenta como imperioso rever este tipo de planificación, ya desactualizada.
{adr}Cada solicitud de semáforo, en la actualidad es estudiada por los técnicos de la comuna. Hasta el momento, y en función de criterios técnicos, se han rechazado prácticamente todas las propuestas, salvo algunas como las de los semáforos que se van a incorporar en peatonal Rivadavia y en calles Rivadavia y República y Rivadavia y San Martín. El municipio tiene previsto comenzar a instalarlos en aproximadamente veinte días.
Para evitar inconvenientes como giros a la izquierda existen en la ciudad calles alternativas en las cuales cada semáforo tiene entre tres y cuatro tiempos. Esta situación lo resulta sumamente difícil al momento de establecer el sistema de onda verde como sucede en otras provincias.
Por la antigüedad de los semáforos que existen en la actualidad, resulta sumamente onerosa la compra de equipos de sincronización inteligente. La mayoría de los que funcionan tienen mecanización manual, debido a la obsolecencia de los mismos.
Actualmente se sincroniza diariamente los semáforos, pero además se debe paliar con las bajas de tensión, situación que provoca la automática desincronización.
Algunos, como en el caso de la avenida Guemes, por su antigüedad, son casi imposibles de sincronizar; otros, como los de avenida Belgrano, son mas fáciles pero requiere de una altísima inversión económica. Sin embargo se están comprando los dispositivos para llevar este tipo de solución a aquellos equipos que sea posible.
Actualmente hay registros de por lo menos seis ordenanzas en las cuales se establece la colocación de semáforos, pero desde el ejecutivo municipal se indicó que no era conveniente para el control del tránsito. De esta manera se pretende minimizar el impacto negativo sobre el tránsito que deviene de la colocación compulsiva de estos recursos.
