Una vez que las vacunas estén disponibles para su uso, se deberá crear un sistema de monitoreo para detectar cualquier efecto secundario adverso de las dosis.
Kieny opinó que “un proceso de aprobación rápida para las vacunas no afectará su seguridad”, según informó la agencia alemana DPA.
La OMS prometió suministrar a los países más pobres un mínimo nivel de dosis.
Un comité de expertos decidió el mes pasado que los trabajadores de la salud deben ser el grupo prioritario que reciba la vacuna, para que el sistema médico pueda seguir funcionando.
La mayoría de los casos de la gripe A (H1N1) fueron leves, pero los datos de la OMS alertan que al menos 1.154 personas murieron desde el inicio del brote en abril.
La OMS declaró en junio la pandemia por la gripe A y dijo que este virus se está expandiendo más rápido que otros conocidos. Telam