"Estamos estudiando la mejor forma de hacerlo y lo más probable es que la ex cárcel sea demolida mediante una implosión o explosión controlada por el Ejército, a mediados del año que viene, luego que se quiten los elementos que puedan ser contaminantes", confirmó a Télam el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra.
En tanto, el director de Obras Públicas porteño, ingeniero Fernando Fornas -quien admitió que no se descartaba la posibilidad de demolerlo a pico y pala, para disminuir la polución ambiental- informó que "el Ejército hizo ya un estudio ambiental y de voladura de la ex cárcel que fue calificado como factible, y en ese mismo sentido se expresó el Centro Argentino de Ingenieros". (Télam).