Durante la última jornada, el Pastor Diocesano visitó los hogares de los barrios Madre Teresa de Calcuta, Luis Franco y Viviendas Sociales, y compartió el almuerzo en familia en el barrio 80 Viviendas.
Por la tarde presidió la Santa Misa en el salón comunitario Jesús de la Buena Esperanza, donde se congregaron los fieles de las diferentes comunidades, quienes resaltaron el espíritu misionero del Obispo y la importancia de haber tenido su presencia en los lugares que recorrió.
Las palabras de despedida estuvieron a cargo de la Sra. Rufina Rosa Romero de Cezar, quien agradeció la posibilidad que tuvieron los habitantes de esa porción de la Iglesia que peregrina en Catamarca de ver, escuchar y recibir el testimonio y la entrega de Mons. Urbanc.
“Momento de despedida, tiempo de balances desde la gratitud que sabe agradecer y desde la humildad de quien sabe pedir perdón. Aquí, donde tanta gente te aguardaba, para compartir y caminar junto a ti, encontramos a un pastor, a un amigo que acompaña, que consuela, que fortalece, que orienta, que corrige. Que nos enseña el espíritu de vivir la comunión, la participación y de trabajar juntos”, expresó Rufina.
En la oportunidad, representantes de comisiones eclesiales le hicieron entrega de presentes al Señor Obispo, quien agradeció las atenciones que recibió durante su estadía en la parroquia.
El Padre Contreras agradeció a Mons. Urbanc su testimonio de misionero incansable, “que contagia, es enriquecedor y muy valioso”, dijo, destacando la visita como “algo novedoso para la gante, que no se hizo antes. Y eso es muy edificante para todos”.