Catamarca
Viernes 26 de Abril de 2024
Buscar:

La corrupción en la monarquía española, ahora y en el siglo de oro

De historiador devenido en exitoso escritor, el español Alfonso Mateo-Sagasta llega al BAN! el festival de Literatura Policial, con "El reino de los hombres sin amor" un thriller histórico y última entrega de una trilogí­a, donde devela una trama de corrupción monárquica de España en el siglo XVII, un comportamiento que, según su autor, sigue existiendo en las huestes del poder real.
Con el telón de fondo del doble enlace para unir las coronas de Francia y España en 1615, conocido como "El intercambio de princesas", Isidoro Montemayor -secretario y amante de la condesa de Cameros- deja de lado el júbilo general de las bodas para desentrañar un asunto de contrabando que pone en peligro a su amada Micaela, a fuerza de pluma, astucia, encanto y destreza fí­sica.

"En esta novela hay una corrupción tremenda, es un retrato de una sociedad corrupta, donde hay tráfico de influencias, cohecho y prevaricaciones a la orden del dí­a. No me invento nada, todo eso estaba en el siglo XVII y está ahora", asegura Mateo-Sagasta (Madrid, 1960) en diálogo con Télam.

Pero no sólo habrá bodas por partida doble, sino que el autor de "Ladrones de tinta" y "El gabinete de las maravillas" -primera y segunda parte de la trilogí­a protagonizada por Montemayor- ficcionaliza la historia, no sólo porque la conoce al dedillo, sino porque es esa reinterpretación literaria donde se encuentra más cómodo.

Así­, "El reino..." (Grijalbo) es un aparentemente certero fresco social de la vida rural de Burgos en el siglo XVII, pero allí­ también Miguel de Cervantes está a punto de publicar la segunda parte de "El Quijote" y Los hombres del Rey, la compañí­a teatral de William Shakespeare, representan frente a la flamante reina de Francia, Ana de Austria, "La historia del Cardenio", una pieza perdida y recuperada, atribuida a John Fletcher y a Shakespeare.

"Lo importante -dice- es la ficción que se crea en torno a eso. Las novelas históricas, al igual que la historia, no pretenden enseñar porque la Historia como tal no existe, no es algo único, no es aprensible, es un relato coherente del pasado que funciona. Este libro es un historia y funciona, pero no es la Historia, porque la Historia como tal no existe. Todo es interpretación".

Mateo-Sagasta es licenciado en Geografí­a e Historia, especializado en Historia Antigua y Medieval (Universidad Autónoma de Madrid) y gran parte de su vida se la dedicó a esto, incluso durante once años tuvo una librerí­a de Antropologí­a y Arqueologí­a. Cansado de lidiar con la burocracia que implica tener un negocio -aunque más no sea de libros- comenzó su camino en la escritura.

"Empecé a escribir a los 39 años porque me divertí­a y con la librerí­a cada vez leí­a menos, no tení­a tiempo. Para forzarme a seguir leyendo e investigando se me ocurrió escribir una novela, sin esperanza de acabarla", cuenta.

Tardó varios años en publicar "El olor de las especies" (2003) casi el mismo tiempo que le llevó escribir uno de sus libros más populares: "Ladrones de tinta", una multipremiada novela histórica que tiene a Isidoro Montemayor como protagonista y a Cervantes, Tirso Molina, Lope de Vega, Quevedo y Góngora como personajes de una trama sobre Alfonso Fernández de Avellaneda, el escritor de la falsa segunda parte de "El Quijote".

Y fue justamente esa obra cumbre de la literatura hispánica la que volvió a enamorar a Mateo-Sagasta, quien a los 15 años habí­a tenido "un desencuentro fundacional", pero cuando se sumergió en el universo de la literatura, volvió a leer de forma crí­tica.

"Me pregunté que habí­a detrás de este libro que se suponí­a que era el origen de de la narrativa contemporánea. Me deslumbró, pero no sólo ´El Quijote´, sino todo lo que rodea, su mundo y lo que supone la creación literaria, fue una clase de literatura del siglo XVII, y de ese juego de fantasí­a y realidad en el que nos movemos", dice.

La ficción con lenguaje moderno creada en "Ladrones de tinta" -que también podrí­a considerarse otra manera de acercarse a esos clásicos- tiene otro punto a favor: allí­ Montemayor es la voz narradora que interactúa con literatos encumbrados.

"Narrar una historia sobre ellos me resultaba pesado y tení­a que justificar muchas cosas. Sin embargo, un contemporáneo podí­a hablar libremente de ellos, porque para él son unos viejos, no valora su calidad literaria y eso me daba una libertad tremenda a la hora de ponerlos a hablar", explica.

Después de esta novela, llegó "El gabinete de las maravillas" (2006), un policial también con Montemayor como detective frente a un crimen y, este año, "El reino de los hombres sin amor", por la que fue invitado a Buenos Aires y que concluye este "caleidoscopio de un mundo, del mismo personaje en tres libros muy diferentes".

La literatura y el plagio, la muerte y finalmente, la corrupción son los temas históricos de este autor que en su última novela realiza un aguda crí­tica: "es un retrato de una monarquí­a deplorable, hoy es muy difí­cil justificar que exista una monarquí­a. En el siglo XXI decir que hay una herencia de sangre porque hay una familia que es mejor que las demás, no tiene sentido", cuestiona.

Definido como escritor a pesar de su pasado de historiador, Mateo-Sagasta considera que sus novelas son "una apertura de puertas, no doy respuestas, sino que planteo preguntas. El ser humano juega, se inventa a sí­ mismo y adapta la narración de su pasado como le conviene. Siempre ha sido así­, en las novelas y en la historia, porque la historia es ficción. Todo depende de nuestro presente".

Fuente: Télam

(Se ha leido 484 veces.)

Se permite la reproducción de esta noticia, citando la fuente http://www.diarioc.com.ar

Compartir en Facebook

Sitemap | Cartas al Director | Turismo Catamarca | Contacto | Tel. (03833) 15 697034 | www.diarioc.com.ar 2002-2024