Catamarca
Jueves 25 de Abril de 2024
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La familia debe ser el ámbito donde los hijos pueden preguntar y aprender sobre la sexualidad

La casa debe ser un espacio en el que el niño y el adolescente puedan preguntar y aprender sobre la sexualidad, y poder vivirla con naturalidad, en tanto la escuela es un ámbito de aprendizaje y de detección de problemas que puedan surgir en ese plano, aseguraron distintos especialistas.
"Desde que nacemos somos seres sexuados y desde que nacemos necesitamos educación para la sexualidad, porque esto se aprende como aprendemos a vestirnos, a comer, por eso la idea es que la casa sea un espacio donde el niño, el adolescente sientan que pueden preguntar y aprender", aseguró a Télam Florencia Salort especialista en ginecología infanto-juvenil del Servicio de Ginecología del Hospital Italiano.

"Son conocimientos que hay que trasmitir, como hay que desterrar mitos y falsas creencias", aseguró Salort tras señalar que "lo importante es que los padres puedan crear ese espacio y que estén atentos para que la charla se pueda dar con naturalidad".

La médica remarcó que uno de los temas centrales es "no desentenderse ni dar vueltas ni explicaciones complicadas, sino poder dar respuestas sencillas cuando ellos preguntan, con pocas palabras y hasta donde el hijo preguntó, no explicar lo que no preguntó".

Por ejemplo preguntas simples pero que realizan siempre los niños pequeños son ¿por qué él tiene pito y yo no? o ¿cómo llegué a la panza de mamá?.

O cuando los chicos se empiezan a tocar, "que los padres no tenemos que cometer el error de decirles que eso no se hace, o pegarles en la mano, lo que hay que explicarles es que eso se hace en privado, en su cuarto, que es bueno y da mucho placer pero que no lo tienen que hacer delante de otras personas", enfatizó.

"Y en el caso del adolescente -añadió- es importante hablar claro, cuando empiezan a cambiar el cuerpo, con la menstruación, con la aparición del vello o de las tetitas, o la eyaculación del varón a la noche".

Esa confianza, ese ámbito posibilitador para la pregunta, tiene que ver "con la escucha, que sepan que está mamá, papá, la tía, la abuela, para escucharlo y acompañarlo en el crecimiento", dijo.

Con el crecimiento surge la necesidad de nuevos aprendizajes que tienen que ver con evitar infecciones de transmisión sexual, evitar embarazos no deseados, aprender a usar el preservativo.

La ginecóloga destacó asimismo otra de las cosas importantes en la sexualidad que tiene que ver "con cómo higienizarse, si pueden usar tampones, que no deben lavarse todo el tiempo".

Otro tema que necesariamente debe abordarse y es central es el "abuso" que, cuando se produce, en general es en el ámbito familiar, de alguien cercano; entonces cómo prevenir, cómo detectar, cómo sabe un niño lo que está pasando y qué hacer, qué pasa con el secreto, la culpa, la amenaza que propone el abusador.

La especialista expresó que "el chico tiene que saber que los genitales son suyos, que nadie tiene derecho a tocarle los genitales ni el cuerpo".

Sobre esta problemática, la psicóloga Ana Pérez, que trabaja con niñez y adolescencia en el Programa Envión del partido de Merlo, en el conurbano bonaerense, aseguró a Télam que "a veces el hogar no es ese lugar idílico y sano que se piensa, porque muchas veces las cosas feas pasan en la casa, en este punto la escuela, que también tiene sus contrariedades, es un lugar fundamental porque funciona como detector".

No obstante, más allá de rescatar a la familia como el lugar en el que debe existir el espacio para la pregunta, para el aprendizaje, la psicóloga precisó que "también en la familia se traspasan tabúes; como que las mamás y los papás tienen que hacer una reflexión de su propia historia con la sexualidad porque si no les pasan sus miedos e inhibiciones a sus hijos".

En este sentido, contó la situación de una mamá que le decía a su hija "que no tenía que dejar que los hombres la toquen, y esa nena interpretó literalmente lo que le dijo la madre, por eso no quería darle la mano a sus compañeritos ni a su profesor de gimnasia".

El tema del secreto es otro aspecto a tratar, aseguró Pérez al señalar que "hay secretos que está bueno mantenerlos, como un regalo que se está preparando para el padre por ejemplo, pero hay otros que a uno lo incomodan, que le generan malestar, vergüenza, miedo a que no los quieran; y éste es el caso del abusador o la abusadora que utilizan la idea del secreto básico, y destrozan la autoestima del niño".

En este sentido, destacó que "lo importante es que el chico sepa que hay alguien a quien puede contarle lo que le pasa", sostuvo Pérez.

Fuente: Télam

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