Agnóstica por autodefinición, la joven de 26 años asegura que no tiene la capacidad para celebrar estar viva cuando otras personas no corrieron su misma suerte.
Es que ella viajaba en el avión de Sol, que el miércoles a la noche se estrelló en Río Negro. Se bajó una hora antes del accidente, en su Córdoba natal.
Como si la anécdota fuera poco, la joven cuenta con un antecedente tan asombroso como escalofriante: el 11 de septiembre de 2001, a las 9 de la mañana, debía estar en las Torres Gemelas, pero no fue.
"Estaba en un intercambio por el colegio. Teníamos todas las actividades pautadas y el martes 11 a las 9 tenía que estar arriba de las torres", comenzó relatando la joven a Radio 10.
"Pasó que a las 8 estábamos en el colegio esperando el micro para salir, cuando alguien advirtió que habían olvidado hacernos el almuerzo y nos tuvimos que retrasar, sumado a que no había llegado el chofer, y al rato nos avisaron del atentado", detalló.
Tras recordar que "la ciudad fue un caos de bomberos y ambulancias durante una semana", Agostina aseguró no saber en qué cree.
"No sé en qué creo. Sé que por distintas situaciones tuve la suerte de no ser protagonista de una tragedia, pero mucha gente no tuvo la misma suerte", se sinceró y finalizó: "Es una situación muy difícil. No le encuentro explicación de por qué ellos sí y yo no, por qué yo tuve suerte". (Infobae)