“Mi hijo tenía una gran vocación de ayudar, de solidaridad y era una maravilla. Trabajaba, estudiaba y siempre me acompañaba”, relató Rapachini en diálogo con radio Mitre.
La mujer, que es bioquímica, contó que trabaja para el Ministerio de Salud bonaerense, ya que se desempeña en un hospital de Pacheco.
“Lamentablemente atendemos a basuras como estas, que ocupan una cama de terapia intensiva durante tres mes, con recursos del Estado”, dijo indignada.
Santiago Urbani (18) fue asesinado el sábado 10 de octubre por tres delincuentes que ingrsaron a su casa, ubicada en Liniers al 1988, de Tigre.(Telam)