“Es increíble, ella piensa que es un caballo”, contó Regina según publicó el diario Daily Mail, sobre su vaca llamada Luna.
Todo comenzó hace dos años, cuando Luna nació en la granja de los Mayer, en un pequeño pueblo en la frontera de Austria. Cuando tuvo un tamaño considerable, Regina comenzó a adiestrarla entre trotes y saltos.
“Tenía un buen comportamiento y caminaba con normalidad. Pero después de un par de metros, quería que me bajara de su lomo. Se notaba que estaba molesta”, contó la dueña sobre los comienzos.
Todas las tardes después de que Regina vuelve del colegio, Luna tiene su entrenamiento. “Es un arduo trabajo pero lo disfruta mucho. Ahora entiende comandos como ‘ir’, ‘quedarse’ o ‘galopar’. A veces es un poco testaruda”, agregó la joven.
Fuente: minutouno.com.ar