El extraño ejemplar, único en Sudamérica, llegó en avión desde Canadá y muy pronto se le conseguirá una pareja para intentar que se reproduzca, ya que la especie está en alto riesgo de extinción.
El gran cazador, que mide un metro y medio, pesa unos 50 kilos y es capaz de saltar hasta 15 metros de largo, tiene hábitos diurnos, lo que lo convierte en el único felino salvaje que duerme de noche. (Télam)