En este contexto, y de acuerdo a lo difundido por un medio local, la fiesta del Poncho fue víctima nuevamente de cobijar en su ceno ranchos y comercios que vendían alimentos no aptos para el consumo humano.
La titular del área de Bromatología de la capital, Liliana López, señaló que durante los días que se llevó adelante el festival se incautó en bares, kioscos y ranchos una importante cantidad de alimentos en mal en estado.
En consecuencia, López reconoció que no se trabajó de acuerdo a lo previsto y se vio reflejado en los alimentos. Los productos decomisados, prosiguió la funcionaria, se encontraban vencidos o no estaban conservados como es debido. Además, informó que en uno de los ranchos se secuestró de forma anticipada pollos en estado de descomposición.
Pese a esta situación, la titular del área de Bromatología, indicó que este año la requisa de alimentos fue menor en relación a los secuestros realizados en ediciones anteriores. A su vez, propuso como un paliativo a esta problemática, que los comerciantes que han incurrido en dicha infracción no participen de las próximas fiestas del poncho.