Así que, mis queridos hermanos, en este Adviento vamos a colaborar, vamos a compartir vamos a poner a prueba cuál es nuestra fe, hasta dónde llega nuestra fe. Decía un gran sacerdote argentino, asesor de la Acción Católica, que si la fe no pasa por el bolsillo no es fe. ¿Entienden la frase? Hasta que no somos capaces de dar, de darnos, nuestra fue no sirve, es pura máscara, es pura careta, no sirve. En cambio, la fe cuando pasa por nuestro corazón y hace que nosotros compartamos nuestra vida, que compartamos lo que tenemos y lo que somos, entonces es auténtica.
Que la Santísima Virgen María, modelo de la esperanza, nos ayude a fortalecer nuestra esperanza, y que con esta certeza que nos da la esperanza de que un día alcanzaremos la vida eterna nosotros acá construyamos un mundo más fraterno, más solidario, más justo, más lleno de amor, más en la verdad, en esa verdad que nos hace libres, que es Jesucristo nuestro Señor. Que así sea.