"No volveremos en avión a Uruguay. Todos hemos prometido no pisar jamás un avión en el futuro", fueron las primeras palabras que dijo Fernando Parrado, uno de los 16 jugadores de rugby que sobrevivió a la catástrofe aérea, luego de ser rescatado, en las vísperas de la Nochebuena de 1972.
Habían pasado más de dos meses desde aquel 13 de octubre en que el avión Fairchild, de la Fuerza Aérea Uruguaya, que los trasladaba a Santiago de Chile para jugar un campeonato de rugby, cayera en medio de la cordillera de los Andes y los dejara aislados del mundo durante 72 días. (Télam).-