Toda la nueva información presentada en el último congreso de la especialidad, sobre todo la relativa a las terapias que atacan el mal a través de blancos genéticos y otras vulnerabilidades, tuvo como contrapartida la utilización de drogas costosas que dificultan las decisiones de médicos, pacientes y prepagas.
Estos revolucionarios tratamientos ocultan otra cuestión fundamental: que el cáncer no es una enfermedad simple, ni se ubica en una sola parte del cuerpo. Cuanto más los científicos descubren que los genes y las proteínas pueden conducir tumores, más complejo se vuelve este mal.
George Sledge, experto en cáncer de mama de la Universidad de Indiana y elegido recientemente presidente de la Sociedad Norteamericana en Oncología Clínica, explicó: "El cáncer es como la televisión por cable. Hace treinta años teníamos sólo tres canales. Hoy tenemos 500". El desafío de los investigadores, entonces, es encontrar la droga correcta para cada "canal".
"Tenemos que pensar en el costo de la terapia de la misma manera en que nos planteamos los efectos de la misma a largo plazo", finalizó Jennifer Obel, oncóloga de North Shore University Health System de Illinois.
FUENTE: http://online.wsj.com/article/SB10001424052748704002104575291103764336126.html?mod=WSJ_hpp_LEFTWhatsNewsCollection