Lo mas grave fue que la Dirección de Vivienda de la provincia en conjunto con la municipalidad capitalina decidieron tirar abajo las casitas que con tanto esfuerzo habían logrado levantar las personas que integran el barrio, aduciendo que tenían que abrir las calles.
No olvidemos que en este barrio vive gente trabajadora, en su mayoría humilde y todo le cuesta el doble. Hoy nos damos con que la situación sigue igual el estado todavía no le da una solución a esta gente, y ellos no saben si serán desalojados o los dejaran vivir en el lugar que por la situación reinante pudieron adquirir.