Preocupados por el "nivel y la calidad de la educación" en ese establecimiento provincial, ubicado a 240 kilómetros de la capital de Formosa, integrantes de la comunidad aborigen liderados por el cacique Rafael Mansilla, hicieron oír sus reclamos ante lasautoridades provinciales.
Pero el pedido de los padres para que los maestros que trabajan con los más 100 alumnos que asisten a esa escuela, dejen de "pegar e insultar a los niños tobas", derivó en amenazas por parte de Romano: -"les vamos a quitar los planes jefes y jefas de hogar"-, denunciaron.. (Télam).-