Durante el encuentro el vicegobernador, Dalmacio Mera, destaco la actividad cuya “expresión es auténtica de un pueblo que abarca sus tradiciones, leyendas, costumbres, música, danzas, etc. Por tal motivo, las escuelas son distinguidas y homenajeadas por la labor y trayectoria sociocultural y educativa”, manifestó Mera.
En la oportunidad el vicegobernador se comprometió a grabar una producción discográfica en la sala de grabación de la Vicegobernación, con el Instituto Zambonini y la colaboración de todas las instituciones y artistas presentes, que contenga todas las Danzas Catamarqueñas interpretadas principalmente por el recordado Manuel Acosta Villafañe, músicos, artistas y bailarines de nuestra tierra.
Reconocimiento
Una de los establecimientos reconocidos fue la ESCUELA DE DANZAS NATIVAS, la cuál logró su autonomía institucional por un Decreto del año 1971, por el cual se independizó del Conservatorio Zambonini. La primera directora fundadora de la escuela fue la profesora Graciela Soraire de Barés, quien tuvo a su cargo y hasta el año 1995 la implementación del proyecto institucional y la adecuación curricular. De esta manera, se convirtió en una Escuela Provincial, que ofrecía a sus alumnos el Profesorado, primero, y luego el Magisterio en Danzas Nativas y Folclore.
La ESCUELA VOCACIONAL DE EXPRESIÓN ARTÍSTICA, fue una de las homenajeadas como única escuela integral de arte de la provincia que recibe niños a partir de los 2 años de edad, jóvenes y adultos mayores, Esta escuela se fundó en 1970 y tiene cumplidos cuarenta y tres años de vida.
Otro de las declaraciones fue para el INSTITUTO RUBINSTEIN, fundado en el año 1953, quien se incorporó a la Enseñanza Oficial en el año 1968, iniciativa del fundador Prof. José Alejandro Correa.
El INSTITUTO MARIO ZAMBONINI fue destacado y reconocido por la Vicegobernación, por sus destacada trayectoria cuyos orígenes se remonta al año 1904, como una propuesta del Dr. Pedro Ignacio Acuña con el objetivo fundar un conservatorio de música que cumpla principalmente con una función social fomentando el cultivo de la música como elemento educativo y de recreo. Su nombre lleva Mario Zambonini como un hombre que puso su energía, su profesionalismo y su profundo amor por la música, tanto que hoy en día lleva su nombre, en homenaje a su gran aporte y labor dentro del instituto.