Los mineros, añadió Reinoso, esperan que la justicia civil entregue algún tipo de indemnización por perjuicios, mientras se mantienen expectantes de la decisión del Ministerio Público sobre la responsabilidad que tendrían los dueños del socavón, Alejandro Bohn y Marcelo Kemeny.
El 5 de agosto del año pasado, un derrumbe de tierra dejó atrapados a 700 metros de profundidad a 33 mineros -32 chilenos y un boliviano- quienes soportaron las más duras condiciones de frío, calor y hambre, y lograron sobrevivir a la tragedia que causó conmoción mundial tras ser rescatados vivos el 12 de octubre en una operación que mantuvo en vilo al mundo entero.
Fuente: 26noticias.com.ar