La producción local de los cables promueve además la generación de un complejo de proveedores locales y un proceso de transferencia tecnológica a partir de capacitaciones conjuntas con las universidades vecinas.
Diego Martín, gerente comercial de la empresa de capitales japoneses Furukawa, instalada en uno de los parques industriales del partido bonaerense de Berazategui en el 2008, dijo a Télam que inició su labor con una producción inicial de menos de cien mil kilómetros anuales, y hoy ya alcanza los cuatrocientos mil.
"Hace diez años sólo teníamos una oficina comercial y ya veíamos observando que el proceso de desarrollo de las redes de telecomunicaciones en Argentina iba a ser muy importante y por eso nos instalamos en 2008", dijo Martín.
Precisó que en siete años "cuadruplicamos nuestra producción, pasando de los menos de cien mil kilómetros anuales de cable de fibra óptica iniciales a cerca de cuatrocientos mil que fabricamos hoy".
Indicó que sus clientes "eran principalmente las operadores de telecomunicaciones y de televisión por cable; desde ahí el mercado fue evolucionando y fue clave el rol impulsor del Estado a través de proyectos cómo el anillo federal de fibra óptica que funcionó cómo punto de apalancamiento para todo el sector".
Martín contó que "los privados continuaron invirtiendo en las redes que llegan a los domicilios, y eso permite que los usuarios hoy puedan por ejemplo utilizar aplicaciones de streaming de video en sus teléfonos celulares o ver películas en algún sistema de broadcasting, cosa que era inviable hasta la consolidación de redes de fibra óptica".
"La instalación de estos tendidos, que ahora debe afrontar el desafío de las capilaridades y emprender el camino hacia los domicilios, es el que permite a las prestadoras ofrecer servicios con mayor ancho de banda domiciliario o 4G en los celulares", explicó.
El especialista apuntó que "hoy en Argentina las redes de fibra óptica son soporte de datos en muchas cosas de nuestra vida cotidiana, cómo autopistas, semáforos, peajes, aeropuertos, y muchos lugares que van más allá del teléfono".
"La red federal de fibra óptica y el programa Conectar-Igualdad han generado que mucha gente que realmente no tenía acceso a internet hoy tenga esa posibilidad, sobre todo en pueblos alejados de los grandes centros urbanos, y en eso es un gran nivelador social", enfatizó.
En referencia a la evolución de la extensión de las redes y sus potencialidades, Martín evaluó que "lo que estamos viendo ahora es sólo el principio".
"Sólo estamos terminando de construir la 'autopista', que gracias a la fibra óptica tiene una capacidad de tráfico casi ilimitada; y sobre esa infraestructura en el futuro van a correr aplicaciones de todo tipo, desde gobierno inteligente hasta redes corporativas", explicó-
Martín aseguró, además, que "hoy se abre la posibilidad de que convivan varias redes, estatales o de distintos servicios privados, y eso da la posibilidad de llegar de distintas maneras al mismo lugar".
"Esto le da opciones a los ciudadanos sobre la manera en la que eligen conectarse y fomenta la competencia que va a reducir el costo del ancho de banda, sobre todo en las poblaciones más alejadas o menos pobladas", completó.
Fuente: Télam
