“Me preocupa el enfrentamiento entre los argentinos. La gente esta temerosa, quiere decir algo contra el gobierno y mira para todos lados para ver si alguien está escuchando”, sostuvo. Y alertó: “Si eso avanza lleva a situaciones delicadas”, y marcó que el fomento de este tipo de situaciones está repartida en partes iguales (“fifty-fifty”) entre el gobierno y “la sociedad”.
La conductora, quien se definió como “amante de la democracia”, afirmó que gusta de “emitir juicios sin que haya revanchismos y venganzas”. “El ciudadano debe poder expresarse con total libertad –prosiguió-. La política es tratar de convencerlo con el dialogo”.
En este sentido, aclaró que en caso de volver a los almuerzos, intentaría no referirse a cuestiones políticas. “Si volviera a hacer los almuerzos hablaría de política lo menos posible. Yo no soy Juana de Arco, para qué me voy a jugar tanto”, dijo en diálogo con Radio Mitre.
Con respecto al matrimonio Kirchner, la actriz reconoció que el buen trato personal que mantuvo con la pareja. “Los Kirchner fueron muy amables conmigo. Yo fui al Calafate a hacer el programa y el Dr. (Néstor) Kirchner fue amabilísimo, la Presidente también”, comentó.
Finalmente, se refirió al denominado 8N, el cacerolazo convocado por sectores opositores y críticos al gobierno nacional. “Me parece el 8 va a ir muchísima gente”, concluyó. infobae.com