Antes de finalizar la celebración eucarística, el Director de Misiones agradeció a todas las personas, movimientos e instituciones que colaboraron trabajando con fe y ahínco para que el Congreso pueda llevarse a cabo con éxito para gloria de Dios.
Asimismo, destacó la generosidad de las numerosas familias de la Diócesis que abrieron las puertas de su hogar para recibir a los cientos de misioneros argentinos, que llegaron a nuestra ciudad.
A todos ellos se les entregó una oración y un diploma de reconocimiento por su colaboración y participación.
También se presentó el cáliz que el Papa Francisco envió a Catamarca en ocasión del Congreso Misionero Nacional, que tuvo sede en nuestra ciudad capital.