El encuentro espiritual propiciado por la Secretaría de Estado de Deportes y Recreación conforma un espacio para la reflexión y el agradecimiento con y para Dios, y Nuestra Señora del Valle.
Esta es una acabada muestra de que a través del deporte los hombres, mujeres y niños se hermanan; y se congregan, en esta ocasión, en la gracia de Dios.