El petitorio, que fue presentado hoy al mediodía en la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, también contempla el pedido de control de subsidios a escuelas privadas y la regulación de jardines particulares y en donde acuden algunos de los niños que no encuentran vacantes en las escuelas estatales.
Nenna destacó que "la educación es un derecho esencial y social y debe ser garantizado por el Estado, por lo que estamos planteando la apertura de nuevas instituciones educativas, para garantizar el derecho de todos estos niños y niñas de la Ciudad".
Eduardo López, secretario general de UTE-CTERA, planteó que "la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires establece que la educación inicial es universal, por lo tanto, cualquier familia que elige enviar a sus niños a un jardín del Estado tiene el derecho de tener una vacante".
"Nosotros los docentes, que sabemos que la educación inicial comienza a los 45 días y se prolonga hasta los cinco años, vemos que los niños que empiezan primer grado y que pasaron por un jardín de infantes tienen más conocimientos que los niños que no lo hicieron, entonces ya desde el primer grado no se está garantizando la igualdad de oportunidades", manifestó López.
En diálogo con Télam, López informó que "existen unos 200 jardines y creemos que con unos 40 más el problema estaría solucionado".
"En donde más se necesitan es en la zona sur de la Ciudad, donde pululan los jardines ´truchos´ sin habilitación ni control pedagógico, que creemos que tienen un aval implícito de las autoridades", enfatizó.
López afirmó que "los dueños de escuelas privadas piden 200 millones más a Mauricio Macri para garantizar la opción de los padres que eligen escuelas privadas, mientras que nuestro pedido representa a los niños que no tienen opción de la escuela privada, porque no quieren o no pueden pagarla, pero tampoco la tienen en una escuela pública porque no hay vacantes".
"El jefe de Gobierno tendrá que decidir si prioriza la elección de quienes pueden elegir, o si garantiza el derecho de quienes no tienen esa oportunidad", concluyó López.
El jardín de infantes Andrés Ferreyra, creado en 1928, fue el primero de la Ciudad de Buenos Aires, que lo organizó con un equipo de maestras, profesoras de música y gimnasia médica, cuidadoras, médico, odontólogo y nutricionista, además de asistentes domésticas.
Desde aquel entonces, fundamentalmente con la incorporación masiva de la mujer al trabajo y también con la revalorización social del niño como un sujeto que merece un ámbito de estimulación más específico que el de la crianza doméstica, los jardines de infantes estatales tienen una demanda de inscripción superior a la que pueden satisfacer.
Fuente: Télam
